Abogada de formación y en ejercicio, se introdujo al pastel de manera autodidacta, expandiendo su técnica también al acrílico. Su primera exposición de grupo la hizo con Casa Cultural Huellas, aunque su trayectoria se ha vinculado más al servicio, habiendo realizado exhibiciones individuales benéficas para el Club Kiwanis Las Perlas, y participado de manera recurrente varias subasta de organizaciones sin fines de lucro. Su obra genera una mirada simbólica a la naturaleza y al colorido de la fauna y flora panameña, otorgándoles significados humanos a los elementos que escoge para sus composiciones, tales como guayacanes y marañones enamorados.