Formada como arquitecta en la Universidad de Panamá, tras varios años ejerciendo como tal, Karina se acerca a la pintura. Motivada por el arte figurativo, decide entrar en tutoría con el Maestro Iván Delgado. Posteriormente realiza también cursos de proporciones humanas con la artista Alessandra Rosas y de técnicas de pintura al óleo con los Maestros argentinos Alejandro Rosemberg y Ricardo Celma. Su pintura - cargada de cándido humor - se centra en la figura humana, y se inspira en obras de grandes maestros barrocos y prerrafaelistas, pero recontextualizados con elementos de la cultura alimentaria contemporánea.