Ceramista y pintora autodidacta, sus obras se enfocan en la gestualidad de sus personajes, generalmente damas e infantes, que proyectan una enorme carga emocional. Ternura, nostalgia, candidez e incluso reclamo, se transmiten con gran destreza técnica, tanto a través de la mancha colorida, como de finas veladuras que registran su intención. Ha participado en múltiples subastas benéficas, y realizado muestras individuales en David y Panamá. La calidad de su obra ha sido ponderada en varios concursos, habiendo obtenido el primer lugar de Pintura en el Concurso de Artes Visuales Roberto Lewis en dos ocasiones (2016 y 2020), y una mención Honorífica en la VI Bienal Internacional de Pintura de Guayaquil, en 2018.